viernes, 11 de octubre de 2013

Expedición Ralons Gran Canaria.El mal de altura ya causa estragos. Miguel Ángel Ramírez Alonso

Tras más de siete horas de ruta para llegar a Machhermo, procedentes de Phortse, la expedición Ralons Gran Canaria volvió a superar una jornada llena de exigencias por los estragos que ya causa el mal de altura, con vómitos y persistentes dolores de cabeza.
Hay que obligarse a comer, pese a que estar a más de 4.400 metros de altitud provoca una inapetencia engañosa. «No quieres ingerir nada, pero si no nutres el cuerpo, no hay manera de recuperar fuerzas y seguir. Alimentarse y descansar es vital para que el cuerpo asimile mejor los cambios a los que está siendo expuesto», expone Javi Cruz, voz experta y guía del grupo que ahora se multiplica en los consejos que posee por su dilatada experiencia en estas lides. Con el apoyo de Cruz y la fuerza de voluntad de todos los presentes se están salvando los pequeños obstáculos rutinarios que se dan en la alta montaña, en la cordillera del Himalaya, única en el mundo por su complejidad y exigencia.

En menos de una semana de camino ya se acumulan más de sesenta kilómetros entre ascensos y descensos y hoy, si no surgen imprevistos, se arribará a Gokyo Lake, que se eleva por encima de los 4.800 metros. El anuncio de lluvias y bajas temperaturas añadirá dificultades a la agenda de los isleños, que confían en cumplir los plazos marcados y arribar al campamento base del Everest la próxima semana.
El empeño que están poniendo todos y cada uno de los miembros de la expedición, así como las sabias instrucciones diarias de Javi Cruz permiten cubrir, y con buena nota, las metas diarias que se han establecido para este recorrido en las faldas del techo del planeta.
La excelente camaradería que reina en el grupo hace el resto cuando la altura, el frío y las dificultades crecen a medida que trasncurren los días. Pero todos están convencidos de cumplir con la misión marcada y, a las órdenes del jefe de la expedición, así será. Los malos momentos derivados de los mareos acaban en la categoría de anécdota. Porque aquí nadie se rinde.

Fuente y Foto:Alberto Artíles(Canarias7)

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